Las vías verdes son antiguos trazados de ferrocarril y caminos construidos en el siglo XIX para facilitar el transporte de mercancías entre las poblaciones de Girona. Hoy día se han reconvertido en rutas para ciclistas y senderistas, y constituyen una excelente opción para descubrir el patrimonio natural e histórico de la provincia. Gracias a unos desniveles que en ningún caso superan el 3 %, son aptos para cualquier edad y condición física, y de fácil acceso desde Camiral.

La Costa Brava cuenta con varios jardines botánicos, cada uno con su propio encanto y con vistas panorámicas al mar. Santa Clotilde, en Lloret de Mar, está situado en un acantilado, como un balcón abierto al Mediterráneo; en los jardines de estilo italiano se puede admirar una gran variedad de plantas (sin flores), así como disfrutar de las colecciones de pintura, tapices y cerámica local exhibidas en su mansión. El jardín botánico de Pinya de Rosa, entre Lloret y Blanes, presenta una completa selección de especies tropicales, mientras que los de Marimurtra, ya en Blanes, están especializados en flora de todo el mundo. Un poco más al norte, en Calella de Palafrugell, los jardines de Cap Roig albergan árboles y plantas de los cinco continentes, además de ser el escenario del reconocido festival de música de Cap Roig.

La Costa Brava en su versión más auténtica: un paisaje agreste formado por rocas de 450 millones de años de antigüedad moldeadas por la tramontana. El Cap de Creus es el extremo más oriental de la península ibérica y una de las maravillas naturales de Cataluña. Da un paseo en bicicleta o a pie por el interior del parque, para descubrir su rica biodiversidad, y visita Cadaqués, uno de los pueblos más pintorescos del litoral.

Situado en la bahía de Roses, este parque natural es, con sus más de 4.800 hectáreas de extensión, el segundo humedal de Cataluña en importancia. Un mosaico de ecosistemas diferenciados que constituye el hábitat de una gran variedad de flora y fauna, con más de 300 especies de aves, desde el martín pescador, la cigüeña y la espátula hasta ruiseñores, alcaravanes y cercetas carretonas (el símbolo del parque).

Las islas Medes, en la Costa Brava, constituyen una de las mayores reservas de flora y fauna marinas del Mediterráneo occidental. Este popular destino de buceo es un archipiélago formado por siete islotes, a menos de una milla de la playa de L’Estartit, que destacan por la variedad de ambientes marinos, desde cuevas ricas en coral rojo hasta extensas praderas de Posidonia oceanica, una especie de planta acuática endémica del Mediterráneo. En L’Estartit se pueden reservar salidas en barco con visión submarina tanto a las Medes como por la costa del Montgrí.

El Parque Natural Volcánico de la Garrotxa, el mejor ejemplo de terreno volcánico en la Península Ibérica, cuenta con 40 volcanes extintos que esculpieron el paisaje único de la región. El contraste entre la roca roja y la arena negra de la costa, a solo una hora de distancia, es impresionante. Con 28 rutas de senderismo que recorren 12,000 hectáreas de terreno protegido, los visitantes pueden explorar lugares destacados como los volcanes Croscat y Santa Margarida, o disfrutar de vistas impresionantes desde el volcán Montsacopa y la meseta de Batet. No te pierdas otros tesoros de la zona, como los encantadores bosques de hayas de La Fageda d'en Jordà o el pueblo medieval en lo alto de un acantilado de Castellfollit de la Roca.